Considerando que son muchas y muchos los amigos que me han pedido la receta sepulvediana del Cola de Mono, brebaje alegre y contundente, más indicado para un diciembre escandinavo que para el tórrido verano chileno, pero, rico, muy rico, y que merece el sacrificio de beberlo para el año nuevo.
Recetas hay muchas y variadas. Yo me ceñiré a la de mi abuelo Gerardo Sepúlveda, ilustrísimo anarquista y gran señor de la cocina.
Para tres litros de Cola de Mono ( al que los siúticos que votarán por Piñera llaman "rabo de mico") se necesita:
2 litros de leche entera, con toda su nata, y si es fresca, ordeñada por las manos suaves de alguna señorita maulina, mucho mejor todavía.
1/2 litro de buen aguardiente, ojalá de Chillán, pero puede ser remplazado por un buen orujo gallego o una grappa italiana, especialmente si es de la región de Friuli, muy seca.
1/2 litro de buen café. y que sea fuerte.
1/2 kilo de azúcar blanca.
2 palitos de canela, de los grandes, de los que vienen enrollados.
2 barritas de vainilla , no usar jamás extracto de vainilla pues eso es pura química.
una pizca de clavo, llamado también clavo de olor en Chile.
Una cucharita de café con nuez moscada rallada.
1/2 taza de café con cáscara de limón rallada muy fina.
2 yemas de huevo, pero de gallina de verdad, promiscua y ponedora al amanecer.
Vamos a la preparación del Cola de Mono
- en una olla grande se pone a cocer la leche a fuego lento, se agrega la canela, la vainilla y el clavo.
-lentamente y sin dejar de revolver se agrega el azúcar.
- cuando la leche empiece a hervir se agrega lentamente el café y sin dejar de revolver.
- coincidiendo con los primeros síntomas del hervor, y sin dejar de revolver se agrega el aguardiente. Es muy importante no dejar de revolver con una cuchara de palo, jamás de metal, para evitar que se nos corte la leche. Es importante el paso anterior, echar el café antes que el aguardiente.
-siempre a fuego muy lento y sin dejar de revolver, dejamos que todo hierva unos quince minutos. Poco a poco agregamos la cascarita de limón rallado.
-sacamos unas cucharadas de la olla, una media taza, la dejamos entibiar y disolvemos en esa mezcla las dos yemas de huevo, agregando también la nuez moscada, cuidando que no se formen hilachas ni grumos. Enseguida y revolviendo con energía, echamos esto a la olla. Es muy importante echar la nuez moscada al final, pues esta especia es un formidable aglutinador de sabores. Dejamos hervir un par de minutos y retiramos la olla del fuego, apagamos la cocina y dejamos enfriar.
Cuando el Cola de Mono está frío lo metemos en botellas y dejamos que repose en la nevera hasta que, pasadas unas ocho horas, se deje beber muy frío y cremoso.
Hay imitaciones del Cola de Mono, los ingleses, por ejemplo, tienen el Baileys, pero no se iguala a este brebaje nacido entre el Océano Pacífico y la Cordillera de Los Andes.
Se bebe con la parentela y los amigos, se brinda a la salud de todos los que faltan y deseando tiempos mejores, irremediablemente mejores